Ucrania desafía a Rusia con una incursión en Kursk
Ucrania ha comenzado a invadir algunas regiones de Rusia, desafiando la narrativa triunfalista de Vladimir Putin. El desánimo y la financiación son factores clave en este contexto.
El 6 de agosto de 2024, soldados ucranianos cruzaron la frontera hacia la provincia rusa de Kursk, marcando la primera incursión de tropas extranjeras en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
Este ataque sorprendió a las fuerzas armadas rusas y provocó la huida de más de 120.000 civiles rusos de la zona de conflicto. La ofensiva no solo desafía al ejército ruso, sino que también cuestiona la afirmación del Kremlin de que la victoria está asegurada y que Putin protege a la población rusa de las fuerzas de Volodímir Zelensky.
Estrategia de desgaste
La guerra entre Rusia y Ucrania se ha transformado en un conflicto de desgaste. Ambos bandos luchan por obtener recursos financieros, armamento y personal para mantener operaciones a lo largo de un frente de 900 kilómetros.
Con los combates estancados, el resultado de la guerra depende de la capacidad de ambos pueblos para soportar los costos económicos y los sacrificios humanos. La invasión ucraniana a Kursk ha desestabilizado la complacencia de los líderes rusos y alterado el status quo.
La propaganda del Kremlin ha sido contradictoria. Por un lado, se sostiene que Rusia enfrenta una lucha existencial contra Occidente, lo que ha llevado a un aumento del gasto militar a más del 8% del producto interno bruto y a la reintroducción del entrenamiento militar en las escuelas.
Por otro lado, se asegura a la población que la vida continúa con normalidad, evitando calificar la invasión como una guerra y refiriéndose a ella como una “operación militar especial”. Los rusos que mencionan la guerra corren el riesgo de ser encarcelados por difundir información falsa.
A diferencia de Ucrania, no ha habido una movilización general de jóvenes en edad de reclutamiento en Rusia. La movilización parcial de 300.000 soldados en septiembre de 2022 generó descontento público y provocó la fuga de miles de personas hacia otros países, incluyendo Argentina.
El ejército ha ofrecido salarios de alrededor de 2.000 dólares al mes y bonificaciones de hasta 20.000 dólares para atraer reclutas de regiones empobrecidas, lo que, a su vez, afecta la economía.
Consecuencias de la ofensiva
La incursión en Kursk ha cambiado la dinámica del conflicto. La ofensiva ucraniana ha llevado a la pérdida de miles de civiles y ha desafiado la narrativa del Kremlin sobre el avance de sus tropas.
La guerra se encuentra en un punto crítico, donde la voluntad de los pueblos de Rusia y Ucrania para soportar los sacrificios necesarios será determinante en el desenlace del conflicto.
